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Resonancia magnética T1 y T2, imágenes potenciadas TR y TE

Actualizado: 21 jun 2023


Muchos médicos sienten temor de no poder interpretar esta terminología al no estar capacitados como radiólogos. Con el fin de prepararte para cuando te encuentres con estos términos, te mostraremos cómo puedes lograr una mejor comprensión de esta útil herramienta en el campo médico para poder brindar un mejor servicio de salud.

¿Qué es una resonancia magnética y cómo funciona?

La resonancia magnética (RMI) es un método de estudio para producir imágenes detalladas de órganos y tejidos a través de un campo magnético y ondas de radio que cambian rápidamente. Las imágenes que resultan se muestran posteriormente en una computadora para determinar si una lesión está presente y a qué nivel.

La resonancia magnética es una interacción entre un campo magnético externo, ondas de radiofrecuencia y núcleos atómicos. Cuando se somete un cuerpo a un campo magnético y posteriormente se lo estimula mediante ondas electromagnéticas (ondas de radiofrecuencia), se consigue la resonancia de los núcleos de sus átomos.

La base de la obtención de imágenes es la medición de la energía liberada y el tiempo en que vuelven a su estado de relajación una vez que dejan de estar estimulados. Por medio de este estudio radiológico se obtienen imágenes de alta calidad del cuerpo humano, lo que permite diagnósticos precisos. Gracias a las resonancias magnéticas hemos podido abrir ante nosotros los diferentes cortes de tejidos, órganos y estructuras vasculares.

Conceptos básicos de radiología en resonancia magnética

Dejando de lado aspectos puramente técnicos, lo que hay que tener en claro es el proceso secuencial:

1. Los núcleos de hidrógeno son los protagonistas para formar la imagen por RMI. Cuando el paciente se coloca en el equipo de RM los átomos de hidrógeno, previamente orientados al azar, se alinean con el campo magnético estático.

2. Para detectar la señal se aplica transitoriamente un pulso de radiofrecuencia, que produce una modificación neta en la alineación de dichos núcleos atómicos.

3. Cuando cesa el pulso de radiofrecuencia, los espines vuelven a su estado de equilibrio, disipando energía a las moléculas que los rodean.

4. La tasa de cesión de energía viene determinada por las propiedades intrínsecas de relajación de cada tejido, caracterizadas por los tiempos de relajación longitudinal (T1) y relajación transversal (T2).

5. El T1 representa la recuperación de la magnetización longitudinal en la dirección del campo magnético principal.

6. El T2 representa la pérdida de la magnetización en el plano transversal, perpendicular al eje del campo.

7. Las sustancias que tienen un T1 largo (por ejemplo, los líquidos) aparecerán oscuras en las imágenes potenciadas en T1, mientras que aquellas con un T1 corto (tejidos grasos) mostrarán alta intensidad de señal.

8. En las imágenes potenciadas en T2, una sustancia con un T2 largo (líquido) aparecerá brillante.

9. Las principales ventajas de la RM son su magnífica resolución de contraste, elevada resolución espacial y ausencia de radiaciones ionizantes.

10. Dentro de los aprobados para uso clínico en RM, el contraste más utilizado es un fármaco que acorta el T1, llamado gadopentetato dimeglumina (o Gd-DTPA), debido a que contiene gadolinio, un agente paramagnético (átomos con electrones no apareados en sus capas externas).

11. La relajación tisular se modifica debido a la interacción entre el electrón no apareado del gadolinio y los protones del hidrógeno tisular, lo que acorta significativamente el T1 de la sangre en relación con los tejidos que la rodean.

12. Las imágenes de RM pueden obtenerse utilizando distintas “secuencias”. Las que se utilizan más habitualmente se conocen como spin-echo (o eco de espín) y pueden ser potenciadas tanto en T1 como en T2.

Imágenes potenciadas T1, T2, TR y TE

La RMI permite al profesional de la salud detectar anomalías, y lesiones que permiten confirmar una hipótesis diagnóstica y mejorar las pautas de tratamiento. Es por ello que debemos profundizar el conocimiento sobre la imagen potenciada en T1, T2, TR y TE.

Muchos médicos temen no poder interpretar esta terminología al no estar capacitados como radiólogos. A continuación te mostraremos cómo puedes lograr una mejor comprensión de esta útil herramienta en el campo médico y sus términos más habituales.

Para entender con mayor precisión lo relacionado a una imagen potenciada, debemos recordar cuáles son los planos básicos de toda resonancia magnética, entendiéndose que la misma maneja tres planos: el axial, coronal y sagital.

Cuando se trata de conocer a mayor profundidad las cualidades del estudio imagenológico, en este caso la resonancia magnética, es importante saber el manejo de determinados conceptos descritos previamente para así poder entender lo que se refiere a una imagen potenciada.

El valor del píxel y el contraste de una imagen vienen determinados por factores intrínsecos y extrínsecos:

  • Factores intrínsecos: densidad protónica, T1, T2, el flujo y difusión.

  • Factores extrínsecos: TE, TR, ángulo de inclinación, TI (tiempo de inversión), factor turbo, longitud del tren del eco, valor b, entre otros.


Definición de términos clave en la radiología

  • Imágenes potenciadas en T1. Es la medida del tiempo de relajación que se manifiesta en el plano longitudinal. Estas imágenes se crean utilizando primordialmente los datos provenientes de los índices de relajación que son diferenciales de los protones en el plano longitudinal, de un campo magnético principal.

  • Imágenes potenciadas en T2. Se refiere a la medida del tiempo de relajación que se manifiesta en el plano transversal. Estas imágenes se crean utilizando el mismo principio que la imagen potenciada en T1, solo que ocurre en el plano transversal.

  • Imágenes potenciadas en TR. Describe la medida del tiempo de repetición. En otras palabras, es el tiempo que se necesita para completar un ciclo de excitación/relajación completo para una secuencia de pulso, expresándose en milisegundos (ms).

  • Imágenes potenciadas en TE. Se trata de la medida del tiempo de eco. Es decir, es el tiempo que transcurre entre el inicio de una secuencia de pulso y la adquisición de los datos a partir de protones excitados, expresándose en milisegundos (ms).

¿Qué es una secuencia de pulso?

El tiempo de eco (TE) y el tiempo de repetición (TR) hacen alusión a un concepto que se denomina secuencia de pulso, que es una serie de indicaciones que se repite numerosas veces, lo cual permite la acumulación de datos para finalmente crear una imagen en la resonancia magnética.

La secuencia de pulso posee dos vertientes esenciales:

  • Secuencia de pulso tipo spin eco. El inicio de este evento inicia con 90 grados y continúa con 180 grados, generando protones que crean la señal de la resonancia magnética. Este tipo de secuencia se emplea para potenciar las imágenes en T1 Y T2.

  • Secuencia de pulso tipo espín (spin) eco rápido (FSE). La ventaja de este tipo de evento o técnica es que, luego de pasados los 90 grados y 180 grados, se logra obtener múltiples ecos. En otras palabras, se obtienen cortes de la resonancia. Esta modalidad es mucho más rápida que el spin eco convencional, en especial para T2, ya que requiere menos tiempo de repetición (TR) para así crear la imagen.

Diferencia entre una imagen potenciada en T1 y T2 tomando como referencia TE y TR

En líneas generales, una imagen potenciada en T1 tiene un TR y TE corto, siendo el primero de menos de 1.000 ms y el segundo de menos de 20 ms. Por otro lado, las sustancias con T1 largo serán hipodensas y el T1 será corto, es decir, hiperdensa en relación con la intensidad.

Una imagen potenciada en T2 tiene un TR y TE largo, siendo el primero de más de 2.000 ms y el segundo de más de 40 ms. En este caso, las sustancias con T2 largo serán del tipo hiperdensa y las sustancias con hipodensas serán del tipo hipodensa.

¿Cómo distinguir una imagen potenciada T1 y T2?

  • En las imágenes potenciadas T2 el líquido es hiperintenso, mientras que en T1 es de señal intermedia.

  • La grasa es más brillante en T1, aunque no es el predictor idóneo. En T2 es hipotensa.

  • En T1 las imágenes hiperintensas son sangre, sustancias proteicas, melanina y agentes paramagnéticos (gadolinio).

  • En T1/T2 se ven como hipotensas estructuras como el aire, el hueso cortical, ligamentos, tendones, tejido fibroso y flujo sanguíneo.

En una imagen potenciada en T1, la médula ósea de un adulto normal (médula grasa o amarilla) tiene alta señal; es decir, es hiperintensa o hiperdensa. Esto quiere decir que tiene un tono blanco y el líquido cefalorraquídeo tiene baja señal es decir, es hipointenso o hipodenso, por lo que tendrá un tono oscuro.

El tejido nervioso, como la médula espinal o las raíces nerviosas, tiene una intensidad de señal intermedia. El hueso cortical, que carece de protones móviles para producir señal, es hipointenso en todas las secuencias de pulsos.

En las imágenes potenciadas en T2, la médula ósea tiene menor intensidad de señal, el líquido cefalorraquídeo se hace hiperintenso y el tejido nervioso mantiene una intensidad de señal intermedia. Sin embargo, la médula espinal tiene relativamente menor intensidad de señal, al estar rodeada por el líquido cefalorraquídeo, que tiene una intensidad de señal mucho mayor.

Los discos intervertebrales en individuos normales tienen típicamente una intensidad de señal intermedia en las imágenes potenciadas en T1 y, debido a su contenido en agua, aparecen hiperintensos en las imágenes potenciadas en T2.

Utilidad diagnóstica de las imágenes potenciadas en T1 y T2

Una de las utilidades principales de una imagen potenciada en T1 radica en su uso en neurología, pues la calidad de la imagen y la precisión en los detalles de los segmentos anatómicos permiten realizar un diagnóstico más asertivo. Asimismo, ayuda a decidir la mejor ruta terapéutica para el paciente.

La ventaja de una imagen potenciada en T2 es que permite ver la grasa como una señal de baja intensidad (hipo) y el líquido como una señal de alta intensidad (hiper). Por ejemplo, esto resulta muy útil en lesiones y patologías, caracterizadas por un aumento de contenido líquido. Ocurre además una inversión con respecto a la sustancia blanca y gris, siendo la blanca de menor intensidad.

Parece complejo el mecanismo que utilizan los equipos de radiología e imagenología, pero el conocer cómo se obtiene una imagen nos permite mejorar el diagnóstico de los pacientes. Recordemos que el tipo de contraste utilizado es clave a la hora de realizar un estudio paraclínico.

En la actualidad, este tipo de procedimiento es mejorado gracias a la tecnología usada por los sistemas PACS (Sistema de Computación y Almacenaje de Imágenes), que le brindan al especialista la oportunidad de mejorar el contraste y la calidad de la imagen con diversas técnicas y herramientas.




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